Saturday, November 28, 2009

Mujeres, Arte y Parte de la Paz en Colombia

Chila Pineda me secuestró.
La organizadora del festival "Mujeres en escena"
me llevo a un teatro del barrio La Candelaria (Bogotá).
200 asientos y telones negros impregnados de magia.
Todo un placer para los sentidos, para mis sentidos.

Mujeres, Arte y Parte de la paz en Colombia.
Así se llama el proyecto que la actriz colombiana Patricia Arise, de reconocido prestigio internacional, está impulsando junto con Geddy Aruksdal y Katarina Barbosa, de la organización "Magdalena Norway" de Noruega y con la organización "Focus". Otros proyectos fruto de dicha colaboración son "Pasarela" y "Mujeres en la Plaza", en el que reunieron 300 mujeres en la Plaza Bolivar (Bogotá, 2009).



El proyecto Arte y Parte se inició con 13 grupos que funcionan autónomamente,
de los cuales uno, el de Cartagena de Indias sucumbió a un tornado.

Trasnocho para contarlo, porque ha sido muy hermoso para mí ver esta muestra de obras de teatro representadas por mujeres de tres generaciones, niñas, madres, abuelas, tías, primas y hermanas en este entrañable espacio de madera y piedra de casa colonial bogoteña, convertida en la "Corporación Colombiana de Teatro". El ambiente absolutamente familiar, rico, participativo, con forum incluído, en el que Patricia invitaba a las presentes a compartir lo que la muestra de las obras les había suscitado. Y a lo que accedían gustosas, con naturalidad, opinando sobre vestuario, temática, música o interpretación.

Las mujeres están vivas, muy vivas.
Tienen mucho color.

En "¡Qué payasada!" de "La Pola" -una obra en la que un grupo de mujeres excluídas deciden organizarse para buscarse la vida- se visten de payasas.
"Que el sol brille para las excluídas y los excluídos".

En "Memorias de Otoño" de "Flores de Otoño" que sirve de homenaje a Bárbara - actriz del grupo que falleció- bailan bajo las sombrillas,
"Este es el homenaje a todas las víctimas de la violencia, y en especial, a las madres que han perdido a sus hijos". "Una luz al final del túnel soñó".

En "Tejedoras de Paz" del grupo "Inés Elvira" un grupo de mujeres guatemaltecas se organiza después de la guerra para buscar a sus familiares desaparecidos.
-"Por qué lloras, mami?"
-"Porque su papá se desapareció!".
"Queremos magia, queremos magia"
le piden las niñas al abuelo cuando llega de trabajar, como si un truco les pudiera devolver al padre que por arte de magia desapareció. Desaparecidos a manos de los soldados, el terremoto de Guatemala, el abuso sexual, la exclavitud en el trabajo doméstico, etc. contadas por Consuelo, una niña de la comunidad. Pasados los años Maya, su amiga, tendrá que huir de Guatemala, perseguida por preguntar por los desaparecidos desde la emisora de radio local, "viendo cómo su gente caía, cómo los mataban enfrente de sus ojos".
Cuando vuelve al pais todo es una caos, "una se ponía eléctrica con todo lo que pasaba". "Váyanse soldados, váyanse de estas tierras de paz".



Trabajar para la paz,
en el universo de las mujeres, con visión de género,
y haciendo teatro,
dice Patricia Arise, gran actriz y poderío de mujer,
mientras el siguiente grupo se prepara en el escenario.

Un trabajo entre la política y el arte.
"No puede una callarse si tiene voz".
Pues claro que no.

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