Thursday, March 01, 2012

Oxitocinear

Comento este bonito texto que me manda un amigo
con anotaciones entre medias...

"El divorcio está en los genes femeninos"

¿Alguien puede explicarme este asunto?...

Para mí tiene sentido, aunque le daría alguna vuelta más,
relacionando la manifestación física (impresora)
con lo que va sucediendo a nivel emocional y mental (ordenador).

Igual es que con tanto afán por medir y cuantificar..., estamos sacando las cosas de quicio.

Dicen que: cuando el diablo no tiene qué hacer, mata moscas con el rabo...

pero... ¿las mata bien muertas?

Siempre lo pintan masculino o de género matxo,

aunque no especifican cual de los rabos es el que utiliza o tiene la facultad de matar moscas...

Creo que la clave masculina es la PRESENCIA.
Si está atento, las mata, de gusto, con o sin rabo, mirándoles, bien miradas, a los ojos. Luego el resto viene rodado.

Creo que se me está despertando cierta curiosidad, y envidia según cómo sea el asunto.

"El divorcio está en los genes femeninos"

Yo diría que, cuando dos personas se divorcian, hay una que es la que tiene más valor para dar el paso, aceptar el cambio, por lo que sea: porque tiene un re-cambio, o porque se quiere a sí misma lo suficiente para tirar palante con un "mejor sola que mal acompañada", que no quiere decir que la otra persona sea una mala persona, sino que esa relación ya no va: lo que no suma, resta.

Ciencia

Cuando el gen receptor de la oxitocina («la hormona del amor») deja de funcionar de forma apropiada, la mujer tiende a romper el matrimonio según un estudio sueco

abc.esabc_es / Día 28/02/2012 - 17.13h Edición digital del diario ABC

El divorcio está en los genes femeninos

abc

La oxitocina desempeña un papel imoprtante en la propensión de la mujer a relacionarse con la pareja

La unión conyugal no está en crisis solo por un cambio de mentalidad en la sociedad sino por una cuestión de herencia genética.

Un estudio sueco del Karolinska Institute asegura haber identificado el gen receptor de la oxitocina u «hormona del amor» al que adjudican una gran responsabilidad en las separaciones actuales cuando ésta deja de hacer bien su trabajo, además de relacionarla con carácteres más depresivos cuando hay bajos niveles de este hormona en el cerebro.

Los investigadores del Karolinska Institute han examinado el ADN de más de 1.800 parejas que llevaban juntas más de cinco años, llegando a la conclusión de que las mujeres que presentaban una variación significativa del gen receptor de la oxitocina hablaban de crisis matrimonial y divorcio en un 50% más respecto a las señoras con receptores normales para esta hormona.

¿Qué es antes, el huevo o la gallina?
El sentimiento-emoción de soledad, frustración, tristeza, impotencia, incomunicación... puede inducir la inhibición de producción de oxitocina.

La oxitocina, segregada por la hipófisis, desempeña un papel importante como estimulador de las células de los conductos lácteos de las mamas.

La oxitocina contribuye a mejorar la relación entre la mamá y el bebé

Es producida naturalmente por la mujer, sobre todo en el momento del nacimiento de un hijo y en el periodo de lactancia y contribuye a mejorar la relación entre la mamá y bebe, como ha sido demostrado por estudios científicos sobre animales.

Sin embargo, las mujeres en las que se ha encontrado una variación del gen receptor de esta hormona son en general menos propensas a casarse y a establecer las relaciones afectivas.

Claro, no sólo heredamos patrones físicos como el color de los ojos o la forma de las pantorrillas. Heredamos sentimientos negativos (junto con los positivos) y patrones de creencias limitantes.

Y cuando deciden dar el paso hacia el altar, tienen el doble de posibilidades de «naufragar», según este estudio sueco.

Hasse Walum, quien ha liderado la investigación del Karolinska Institute de Estocolomo señala el importante papel de la oxitocina en la propensión a relacionarse con la pareja. Tanto es así que durante el orgasmo su cantidad en sangre llega a ser cinco veces superior que en una situación normal.

En el caso de los hombres, la «hormona del amor» se llama vasopresina y tiene un papel importante en las infidelidades y las separaciones, así como en el acercamiento a la preja.

Según un estudio análogo realizado por este instituto hace cuatro años, el papel de la vasopresina en los comportamientos sociales es determinante.

En muchísimos casos, los vínculos sociales de la pareja son sostenidos, nutridos, reparados... por la parte más yin, normalmente la mujer.

Finalmente, quien escribe pasa por alto el detalle más importante a mi juicio:
¿qué hacemos con la oxitocina («la hormona del amor»)?
Y no sé si se aplicaría igual al caso de los hombres, con la vaso.presina.

- Si la ponemos fuera, en la "otra" persona, escogida como objeto amoroso, tarde o temprano me voy vaciando, se agota, por una cuestión de en.ajena.acción.
El pecho de la madre, cuanto más se succiona, más produce, pero no infinitamente en el tiempo. Así que a partir de un momento, ya nos relacionamos desde la carencia, me siento vacia (¿vacio?). Tarde o temprano llegará el destete.

- Para mí, la clave estaría en hacer que esa oxitocina "viaje" internamente, por el canal central (por la ruta energética de la columna vertebral), hacia el cerebro, y me llene de energía, sintiendo no aquello de "sin tí no soy nada" que dice la canción, sino algo así como "en tu PRESENCIA, mi capacidad de oxitocinear se dispara; me siento chispeante, burbujeante, creativa, fecunda, inspirada, me nutre, me regenera, quiero seguir compartiendo contigo, oxitocineando, tocada por tu PRESENCIA".

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